domingo, 11 de diciembre de 2011

Mirar y ver.


Mirar hacia adelante, sin sentido, sin rumbo fijo. Mirar y sólo mirar sin realmente ver nada, sin horizontes, sin un límite ni una meta a la que llegar.
Mirar hacia adelante. Mirar hacia el sol. Mirar hacia el interior de mi misma. Y comenzar a ver.
Mirar hacia el brillo de un rayo. Mirar hacia el destello de una chispa. Mirar el alma como una estrella fugaz atravesando un arco iris.
Y comenzar a comprender la vida.
Mirar y parar. Y ver un horizonte nuevo.
Mirar y parar a ver hacia adelante, sin límites, sin nada que perder, ni nada que no pueda hacer.
Mirar y ver.

"Afortunado el que vive tiempos interesantes"

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