domingo, 11 de diciembre de 2011

Esperanza


Un buen día quise saber que seguía.
Quería saber si hay un final en este camino indefinido, si hay un nuevo comienzo o si sólo la vida se iba a dignar a seguir sin parar, eternamente.
Quería saber si mi corazón resistiría. Si habría un descanso para él. Si habría cura para mis heridas o si debía sobrevivir con y a pesar de ellas.
Quería saber si mi espíritu iba a ser lo suficientemente fuerte, si sus cimientos no iban a ser destrozados.
Quería saber si mi energía se agotaría, si mi batería llegaría algún día a su fin.
Quería saber si podría perderme, perder mi identidad, lo que soy. Lo que me compone y lo que me guía en este camino que es llamado vida, donde no hay futuro, sólo hay presente y en nuestra memoria sólo recuerdos de un pasado efímero,
Quería saber si es posible reencontrarse. Si es posible luchar contra uno mismo, solitariamente, descubriéndose minuto a minuto

Y una sola frase me respondió todas esas preguntas: La esperanza es lo último que se pierde.
Y si, aprendí a seguir adelante. A superar cada obstáculo. A continuar aún cuando cada latido duele más que el anterior en tu corazón. A reír para recargar las baterías de nuestro espíritu. A no rendirse nunca.

"El aprendizaje es un tesoro que seguirá a su dueño a todas partes."



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