domingo, 3 de febrero de 2013

El Despertar

Desde aquella pesadilla que me dejó sin respiración,
todo es una repetición que crispa mi corazón,
una carrera interminable sin dirección,
una búsqueda constante llena de frustración.

Desde aquel día quedé inerte y con desesperación,
más que olvido me dejaste perdición,
quise adrenalina para parar mi destrucción,
pero en las noches, sin pedirlo, obtuve depresión.

Obligarme a no olvidar, controlarme para no recordar
Prefiero el engaño al despertar de la realidad

Pasa el tiempo pero yo sigo sumida en el aturdimiento,
sumergida en la inconsciencia de mi sufrimiento,
hundida en la infección de este amor violento,
dominada por la elección de seguir sintiendo,
esta adicción al delirio, este amor perdido.

Ojala algún día se consuma lo que siento,
por buscar el cielo abierto,
estoy hundiéndome en mar adentro.
Lo único que se escucha son los latidos de mi corazón
que se van perdiendo,
el resto es silencio.

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