jueves, 15 de diciembre de 2011

No se

Hay muchas cosas que no se de esta vida.
No se tanto de nada como proclamo y mucho menos de amor.
No se valorar lo que tengo hasta que lo pierdo. Creo que nadie lo hace.
No se arriesgarme para ganar. Me gana el miedo.
No se sentirme segura. Y eso me gobierna mi persona en cada decisión de mi vida.
No se actuar sin pensar más de lo que debo ni como lo esperan los demás..
No se estar en la oscuridad. Sospecho que es mi metáfora sobre la soledad, esto se complementa con que me asusto con facilidad.
No se no ser supersticiosa. Un hecho, una premonición, una intuición, una conexión.
No se ser tolerante cuando espero. Me contradigo siendo muy perezosa.
No se confiar en las personas sin que me terminen pasando por encima.
No se no ser sarcástica, irónica ni rencorosa. Y soy muy memoriosa para lo que me conviene.
No se no ser egoísta, falsa, impulsiva y desbocada en situaciones donde estoy fuera de mis casillas.
No se, en algún momento de una relación, no ser celosa y perseguida.
No se demostrar que un 60% de mí es sentimental, romántica, enamoradiza y hasta hipersensible.

No se demostrar que la etiqueta de "Sexo, drogas y rock'n roll" es sólo una parte de mi vida y no mi vida entera.
No se como hacer para omitir ciertas cosas y no quedar como mentirosa.
No se que hacer cuando me siento mal. Generalmente me oculto tras una gran sonrisa. Esa es mi mayor mentira. La sostuve durante años...y hoy en día sigue siendo mi mayor éxito.
No se quién fue el que dijo que tengo la autoestima elevada, que tengo una gran fortaleza para atravesar los obstáculos de la vida. Hasta ahora, para mí, ha sido la mejor mentira del siglo.
No se como hacer para no culparme cada vez que algo sale mal, sea responsable o no. 
No se porque muchos creen que el deseo de formar una familia y luchar por tener un lugar de felicidad, paz y amor es un deseo infantil, poco ambicioso y demasiado hippie.
No se decir las cosas de buena manera. Al guardarte las palabras en el momento indicado para decirlas, cuando es tarde y uno ya no aguanta más nada, se logra explotar.

No se abrirme y contar mi vida con las personas que me rodean incluyendo a aquellas que amo.
No se porque dudo, imagino y sueño demasiado.
Pero lo que no se realmente, es porque me equivoco tanto. Me equivoco mucho evidentemente. Y en mi pasado, me equivoque mucho más de lo que creía.


Se que tengo muchos más defectos. Pero tengo lo que tengo y más me vale intentar ganar con lo que tengo.
Pero las cosas son como son. Me quito la careta. Me quito mi máscara.
Esta es mi peor parte. Y ahora juego limpio. Se convirtió en un juego justo.
Ahora conoces parte de mi infierno.

Comprendeme


Una noche como esta, me recuerda a una pequeña niña de 10 años. Ella, ingenua y desconocida de los engaños del amor, su creencia pura en él, la arrastró a cometer el peor error de su vida. Uno del cual se arrepentiría toda su existencia, un error que provocaría su corazón roto.
"Me gustas vos"
Inofensivas palabras para ella. Un mundo de tensión para él.
Él. Él no tenía ni idea de como actuar. Al principio, sólo amigos. Después, no lo soportó. Lo que antes era normal ya no lo era. Y era sólo un niño.

"Gorda" "Puta" "Pesada" "Hinchapelotas" "Tarada" "Estúpida" "Celosa" "Perseguida" "Histérica" "Patética" "Ridícula" "Imbécil" "Insoportable" "Inútil" "Fea" "Horrible" "Pelotuda" "Cagona" "Obsesiva" "Obstinada"

Esas palabras no sólo resonaron en su cabeza. Y se grabaron con fuego. Sonaron en el patio del colegio, en el aula, en el quiosco, en la entrada, en la salida, en el baño... en todas partes. Y durante meses.
A los gritos, sin miedo salían de la boca de él. 
Con otros sustantivos que le daban un sentido aún más avallasador. 
¿Y ella?

Ella... ella tragaba saliva con dificultad, parada entre una multitud de gente que se reía y se lamentaba.
No podía decir nada. 
Quería a la persona que la estaba humillando, llevándola al mínimo nivel de dignidad... y no podía defenderse. No podía retrucarle nada, no podía pelear por su honor, su dignidad.
¿Y porque?

Porque lo amaba. Porque amaba a la persona que la estaba metiéndola en la peor oscuridad, amaba a su destructor. Era vulnerable a esas palabras, a esa persona. 
Y obviamente, su llanto era algo previsible. Su dolor y su silencio.

¡Cuántas cosas se había guardado en el alma! ¡Cuántas cosas jamás pudo decirle!
Ella nunca quiso la guerra, pero habiendo expresado su verdad, la había obtenido.
Y desde aquel día en que pudo superar esa humillación, ese abuso...
Nunca más quiso volver a hablar sobre amor ni de algún tipo de sentimientos. Se guardaba todo para ella. Era indescifrable
Pero su intención era no volverse a enamorar.
No quería arrepentirse. No quería volver a sufrir.

Y después de los años, aprendió a confiar, a decir ciertas cosas.
A expresar ciertos sentimientos. Pero nunca del todo.
Y un buen día llegó un hombre. Y ella volvió a sentir en la máxima pureza ese sentimiento, esa sensación como cuando tenía 10 años. Como cuando era una niña.
Y pudo decir "Te amo". 
Y se llenó de alegría de poder expresar semejante verdad. Casi feliz.
Pero la niña convertida en mujer no podía expresar todas sus verdades.
No podía porque se volvió a sentir vulnerable a las peleas, a las discusiones. Se sentía molesta, inquieta y sus recuerdos de aquellos meses le venían a la mente.
No podía hablar ni defenderse porque lo amaba como si fuera su primera vez.
Y nuevamente tropezó con la misma piedra.

martes, 13 de diciembre de 2011

Realidades


Aquel día fue igual como los otros. Nada había cambiado. 
Te miré. De reojo. Avergonzada como siempre.
Me intimidaba la idea de que te dieras cuenta que te miraba, pero quería en cierta parte, que sucediera.
Me negaba a comprender cuanto mal provocabas, ni cuanto mal me ibas a hacer. 
Pero eras prohibido y eso era deseable. 
Y volvía a caer en tu trampa sucesivamente. 
Y vos seguías en tu mundo. 
Sin verme, riéndote probablemente de personas como yo, que si creen en el amor. 
Sin intenciones de saber quién era ni de lo que estaba haciendo.
Me sentí inquieta, equivocada. Sabía que mi error existía. Incluso sabía cuál era. 
Pero no quería reconocerlo.
Estaba nublada. No quería reconocer la verdad de mi realidad: vos no ibas a estar conmigo. 
Vos desplegabas tus armas, tus mentiras y tus engaños para envolverme en tu juego. 
Y yo no quería ver cuan duro sería mi futuro.
Me di vuelta sin querer, dirigí mi mirada sin destino hacia el horizonte y te encontré. 
Increíblemente mirándome a mí. 
Y tus ojos me quemaban. Y los míos ardían. Y había una especie de fuego entre nosotros que me sofocaba. Una eternidad pasó entre los dos, miles de personas que caminaban alrededor nuestro como en cámara lenta se detuvieron y desaparecieron. 
Sólo estabas vos, sólo estaba yo. 
Y yo volvía a caer en tu juego. 
Lo tuyo se acercaba al delito. No podías volver a hacerme esto. Era un crimen a mi salud mental. 
Giraste como si nada hubiera pasado y reíste jocosamente.
Y tu histeria, tu bipolaridad provocó un colapso en mis nervios. Me dije a mi misma: 
"Vamos, nene, ¿a qué le tenes miedo? ¿a amar?
Y te seguía mirando de reojo y no me veías. 
Aquella mirada debió ser un error, creo que no existo para vos, que soy invisible. No lo creo, lo sé. 
Lo acepto. Tal vez, un poco obsesionada esté. 
Pero más amor, en mi corazón hay, sólo que se funde con mi casi inexistente razón, nublada por tu asombroso poder para mentirme. 
Pero me di cuenta de que volvía a caer. 
Intenté sonreírte, con nulo éxito y pienso en qué hago mal. 
Y finalmente entiendo, que no soy yo, en realidad no siempre es mi culpa como vos ansias que yo crea. 
A veces, vos también te equivocas y nadie te juzga por lo que haces mal. 
No te señalan como a mi y dicen al pasar: 
"Ahí va, la tonta enamorada, la que entrega su corazón por una sonrisa y una mirada".
Pero mi error no es enamorarme, mi error es quererte a vos. 
Vos sos mi error. 
Justo alguien que nunca se fijaría en mi; vos que vivís en un mundo paralelo, lleno de sueños e ilusiones imposibles, donde sos invencible y amo de los corazones que te rodean.
Un mundo inexistente como tu amor. 
Vos careces de amor y solamente juegas. 
Pero yo no pretendo ni quiero perder la razón por tus juegos. 
Yo te digo que no.
Que me salgo de tus mentiras, que vos no sos invencible, que vos careces de lo más importante: 
Que vos no sabes amar.
Y es más. Vos tenes miedo a amar.
 Tu corazón roto te manipula y te lleva a un lugar seguro pero inexistente del cual vos no queres salir porque no te queres arriesgar a perder. Entonces, no proyectes en mí tus problemas.
Si vos no queres amar...tonto de vos.
Que me juzguen si quieren los demás, que prefiero ser "la tonta enamorada" a ser una roca envuelta en mis propios engaños y mentiras.
¿Pero sabes qué? 
Finalmente, comprendí la verdad de mi realidad: 
YO NO QUIERO SER VOS.

"El que no arriesga, no gana."

Duda Existencial


¿Será que jamas podre ser feliz? 
¿Qué tal vez ese no sea mi destino? 
Qué cuando creo que todo esta bien, 
extrañamente en paz y apenas rozando la felicidad, 
¿es cuando camino bajo una gran tormenta? 
La vida es complicada y nunca deja de sorprenderme.
Y a veces me siento tan cerca de la verdad, de sentir todo eso que tanto anhele...
Tan cerca de vos y de tu piel.
Tan cerca de atravesar limites inimaginables.
Tan cerca de temblar por tus besos, tan cerca de vibrar en tus brazos, tan cerca de arder en tus ojos...
A veces todo eso esta tan cerca,que no lo creo.

"No desesperes: de las nubes más negras cae un agua que es limpia y fecunda."

lunes, 12 de diciembre de 2011

Año Nuevo, Vida Nueva


Cada año nuevo para mí es una puerta que se cierra y otra que se abre. 
Un nuevo aire, una brisa distinta sobre nuestros rostros. 

Un cambio que nos acecha. Que nos persigue durante 364 días y finalmente, nos alcanza. 
Una nueva forma de ver la vida. Otra chance para cambiar la perspectiva

Es un recordatorio. Una advertencia del tiempo, que sigue corriendo aunque no nos demos cuenta. Un aviso de que la vida no es infinita, que no somos eternos. Que nada es para siempre. 

Es un recuerdo en la memoria. Una mirada al cielo y un brindis en silencio por los que no están. Es una renovación de la fe y la esperanza por los que están por venir. 

Es un nuevo balance de nuestras vidas. Es regresar la vista y ver todo lo que hemos atravesado y todo lo que nos falta. Es aceptar nuestro pasado, sonreírle a nuestro futuro y gozar de nuestro presente.

Es llorar de risa de nuestros errores y alegrarnos de haber aprendido de ellos. Es haber superado los obstáculos que nos presentó la vida. Es imponerse nuevas metas y objetivos. 

Es bajarse de la montaña rusa que es la vida, detener la vorágine y la adrenalina y replantearnos donde estamos y a donde queremos ir. 

Es vernos distintos, con otra mirada, sin habernos perdido en la transformación.
Es reencontrar nuestra esencia.

Es celebrar que estamos vivos y que tenemos otra chance para vivir intensamente.

"Disfruta sólo los placeres del momento"

domingo, 11 de diciembre de 2011

Esperanza


Un buen día quise saber que seguía.
Quería saber si hay un final en este camino indefinido, si hay un nuevo comienzo o si sólo la vida se iba a dignar a seguir sin parar, eternamente.
Quería saber si mi corazón resistiría. Si habría un descanso para él. Si habría cura para mis heridas o si debía sobrevivir con y a pesar de ellas.
Quería saber si mi espíritu iba a ser lo suficientemente fuerte, si sus cimientos no iban a ser destrozados.
Quería saber si mi energía se agotaría, si mi batería llegaría algún día a su fin.
Quería saber si podría perderme, perder mi identidad, lo que soy. Lo que me compone y lo que me guía en este camino que es llamado vida, donde no hay futuro, sólo hay presente y en nuestra memoria sólo recuerdos de un pasado efímero,
Quería saber si es posible reencontrarse. Si es posible luchar contra uno mismo, solitariamente, descubriéndose minuto a minuto

Y una sola frase me respondió todas esas preguntas: La esperanza es lo último que se pierde.
Y si, aprendí a seguir adelante. A superar cada obstáculo. A continuar aún cuando cada latido duele más que el anterior en tu corazón. A reír para recargar las baterías de nuestro espíritu. A no rendirse nunca.

"El aprendizaje es un tesoro que seguirá a su dueño a todas partes."



Mirar y ver.


Mirar hacia adelante, sin sentido, sin rumbo fijo. Mirar y sólo mirar sin realmente ver nada, sin horizontes, sin un límite ni una meta a la que llegar.
Mirar hacia adelante. Mirar hacia el sol. Mirar hacia el interior de mi misma. Y comenzar a ver.
Mirar hacia el brillo de un rayo. Mirar hacia el destello de una chispa. Mirar el alma como una estrella fugaz atravesando un arco iris.
Y comenzar a comprender la vida.
Mirar y parar. Y ver un horizonte nuevo.
Mirar y parar a ver hacia adelante, sin límites, sin nada que perder, ni nada que no pueda hacer.
Mirar y ver.

"Afortunado el que vive tiempos interesantes"

Bifurcación

Creí que la vida sin ti sería fácil. Creí que vivir en una aventura sería más sencillo. Creí que un viaje en un parque de diversiones me conformaría, que me haría olvidar tu ausencia, pero sólo encontré adicciones.
¿Y que debía hacer? ¿Quedarme sentada recordando?
Se me había presentado la bifurcación que definiría mi futuro cercano.
¿Y qué vida querías que tuviera después de ti?
Si te veo y me cuesta sonreír, si te llevaste los susurros de tu mirada. Si en los colectivos, te veo, te alucino, veo tus ojos y tus labios. Si veo tu mirada entre la multitud que me vigila, me cuida.
Y me decidí.
No me voy a quedar esperando, viéndote en mis sueños.
Voy a seguir perdiéndome en este viaje.

"A los largos sentimientos, largas consecuencias"



La vida es así

La vida es así. 
Peligrosa, difícil de entender. Pero nadie dijo que la vida sería fácil.
A la vida, no hay que temerle.
A la vida, no hay que comprenderla.
A la vida solamente hay que vivirla, gozarla y sentirla como si fuera el último segundo.
La vida no es sólo existir.
Es mucho más que eso.

"Disfruta la vida, es más tarde de lo que crees."

Y yo estuve.

Pensar que estuve cuando te acecharon tus demonios, los que te hicieron llorar sobre mi hombro. Y yo estuve.
Pensar que estuve cuando reímos juntas de las banalidades de la vida. Aquellas que nos hicieron ver el vaso lleno en vez de vacío. Y yo estuve.
Pensar que estuve aquellas noches de desvelo donde hablamos de esos temas que no nos atrevíamos a hablar cuando el sol nos alumbraba. Y yo estuve.
Pensar que estuve cuando te equivocaste, cuando no me quisiste oír. Y yo estuve.
Pensar que estuve en tu cielo y en tu infierno. Y yo estuve.

Y yo estuve en todas. Y más allá de todo, de todos los errores y de todos los aciertos, voy a seguir estando.
Porque más allá de los cambios, yo sigo estando.
¿Y vos?

"Las buenas fuentes se conocen en las grandes sequías, los buenos amigos, en las épocas desgraciadas."